22/2/09

ultimo domingo de febrero de 2009

Hoy estoy yo sin saber a quien odiar. Hasta ayer, esta mañana, todavia odiaba con rabia a ese, a aquella, a cualquiera.
Cada vez que salgo de casa siento como se alejan todas esas vidas que me habría gustado vivir, a mi; todas esas alegrías que me habría gustado gritar, a mi.
Y entonces odio a todos los que viven mis no-vidas, mis no-alegrías.
Pero de tanto en tanto me sucede, como hoy, que no sé a quien odiar.
Y lanzo la mirada mas rabiosa de todas. Mis ojos me miran de reojo.

15/2/09

tercer domingo de febrero de 2009

¿Nunca has llorado sin razón aparente?
Se te inflan las mejillas como dos globos buscando sitio para explotar y los mocos se mezclan con el rubor de una vergüenza insólita. No paras de balbucear y expectoras grandes cantidades de angustia por la boca. El dolor intenta salir por tu garganta desde el pecho escupiendo saliva y te queda la boca pastosa de lágrimas que tu nariz ya no soporta.
¡Tienes que llorar como una niña!
Pataleando y gritando sin ruborizarte.
¡Tienes que llorar! Porque si te lo guardas... si te lo guardas te ahogarás en el vómito hirviendo de tu nada altruista esófago, con tu vida desfigurada por el ácido de tu fétido, pancista y mísero ombligo.
¿Nunca has llorado sin saber por qué? No es aparente pero lloras porque eres siervo de tu ombligo y es la existencia de esa servidumbre la única apreciable a la vista.

8/2/09

segundo domingo de febrero de 2009

Deseo, sufro, siento. ¿Y? Cago, miento y pienso sólo en mí, como cada una de las caras que me miran, como cada una de las cabezas que recorren la acera una y otra vez, esta acera que es todas las aceras y todos los satélites revoloteando las calles de este minúsculo universo de cagadas de paloma y ramas rotas, de basura acumulada y hojas caidas de la nada infinita. El espacio-tiempo en el cual se desarrollan todos los eventos físicos del universo caben en una hoja verde, muy verde.

1/2/09

primer domingo de febrero de 2009

Nos perdemos hasta en una calle de dirección única. "Todo recto" nos dicen pero nos desviamos y recorremos los mismos 182 pasos de siempre.
Es un sueño muy complicado pero dormidos lo ignoramos y ya despiertos no soñamos mas allá de lo ignorado.
Nos revolcábamos en mil pausas y no atendimos a nuestro destino.