13/7/08

segundo domingo de julio de 2008

Huyo de las fiestas. Esas nimias respuestas, esas falsas confidencias, esa impuesta diversion. Me hastia saltar de esa manera. Parece perfecto, simpatico y amigable pero ese salto esconde algo. En la cotidianeidad de la vida compartida. Desnudo, su cuerpo vulgar muestra sus caidas desfiguradas. ¡Deja de sonreir! Ya nadie te mira.
Huyo de los derrotados. Su amargura es una bofetada pegajosa que cuesta quitar. Ese olor a podredumbre, a caducidad reprimida, a muerte inadvertida. No temas, no moriras dos veces.
Ningun salto me conforma, ni el que lo llena de medias sonrisas ni el que vacia su amarga tumba.
Huyo de las fiestas.
Huyo de los derrotados.
Busco una mirada recta.
Busco refugio en una mano.

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