13/1/08

segundo domingo de enero de 2008

Aun con gente sentimos soledad, unos mas que otros. Y cuando esa soledad asoma, asoman con ella los recuerdos de todos los que han desfilado ante nosotros. Uno a uno van pasando. Son recuerdos parecidos pero, de tanto en tanto se nos queda alguien incrustado, como un vómito seco en una acera. Un vómito desgarrado en el suelo, esquivado por las prisas, asado por un sol incansable, manchando impasible. Ese vómito seco no desaparecerá jamás. Se irá fundiendo con la acera. ¿Cuando deja de ser vómito seco y cuando pasa a ser acera? Luego es atravesado por las lluvias que en cada gota lo van matando. Pero ahora, todavia huele. Esperando las lluvias ¿con qué cortar este asco?

No hay comentarios:

Publicar un comentario