30/11/08

último domingo de noviembre de 2008

La vida es una ordinaria que quita toda eternidad a los discursos magnánimos y los convierte en granos de pus contradictorio que explotas frente al espejo del ascensor donde los dejas pegados desde hace años. Amarillos testimonios secos de inseguridad concentrada. Costras aun pegajosas de búsquedas no finalizadas.
Me he habituado a ver mi vida a través de ese pus pegado en el difuso reflejo de neón de mi cara. Me he habituado a esta porque no he sido capaz de encontrar otra.

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