Parece que necesitamos vivir con reglas, necesitamos una libertad acotada, pequeñita, medida, preestablecida porque si no, nos perdemos.
La libertad total destruye nuestra columna vertebral y nos convierte en amorfos sin rumbo flotando en gravedad cero.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario